El martes 25 y miércoles 26 recién pasado el reconocido periodista y escritor nacional, Juan Pablo Meneses visitó Antofagasta, específicamente la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica del Norte para presentar su libro “Una Historia Perdida”. Una obra en la que relata la historia, a casi cincuenta años del golpe de Estado de Chile, de una de sus tramas más desconocidas: en pleno bombardeo aéreo a La Moneda, un piloto giró su avión para disparar contra el hospital de la Fuerza Aérea. Contra las órdenes; contra su propio bando.
Durante su estadía en la capital regional, Meneses, participó de un taller de Narrativa de No Ficción con las y los estudiantes de periodismo, además de una entrevista radial y un interesante conversatorio donde se expusieron las anécdotas del proceso de creación del libro y sobre todo el análisis de mantener viva la literatura y el género narrativo.
Aprovechamos la visita de Juan Pablo, para conversar de sus obras, su experiencia y partimos preguntándole ¿cómo nace el concepto periodismo portátil?
Yo siempre quise estudiar periodismo porque me interesaba la idea de viajar y escribir. Con el tiempo a eso lo llamé periodismo portátil y a eso me dediqué por cerca de 10 años. Trabajando en cyber café y moviéndome de un lado a otro, pero no fue tan fácil llegar a eso. Cuando salí del colegio entré estudiar ingeniería civil, nada que ver con periodismo, me cambié a comercial, después empecé a trabajar vendiendo celulares, mucho menos tenía que ver. Pero ahí ya había empezado a escribir y fue en ese entonces que me planteé que, si el periodismo sirve para algo, yo quiero ir a ver el partido de la “U” con River Plate, fue la primera vez que viajé fuera de Chile para contar una historia, después que volví dije, esto es a lo que me quiero dedicar toda mi vida y ahí dejé todo de lado para dedicarme a esto.
En “Granada para River Plate” las emociones se traspasan a través de la historia…
Pasa eso, porque yo estaba aterrado. Tuve miedo, en muchos momentos, en ese viaje y en otros, me han pasado muchas cosas. Una vez en Argentina me apuntaron con un arma en la cabeza, en un barrio abandonado en Buenos Aires. En esa oportunidad estaba de viaje a una semifinal con River Plate, pasé mucho miedo y espero que las y los lectores que quieran pasar mucho miedo leyendo una historia entretenida de fútbol busquen este libro.
Pasando a su último libro ¿Cuál es el objetivo principal de “Una Historia Perdida”?
En general yo soy un autor que me interesa mostrar una historia, contar lo que pasó y que cada uno saque sus propias conclusiones. Algunos se van a educar, otros van a recordar hechos históricos, otros van a reflexionar a mi lo que me parece increíble, es que se ha contado tan mal la historia del Golpe de Estado, por historiadores y por periodistas. Por ejemplo, esta historia del bombardeo al hospital de la Fuerza Área, casi no aparece en ningún libro de historia, hay cuatro versiones, yo hice una novela, no un libro de historia, los otros son libros históricos, libros de no ficción con rigor periodístico y que llegan a distintas versiones de un hecho. Yo creo que, si de alguna manera me interesa abrir algún tema, sobre todo en vista de que el próximo año se cumplen 50 años del Golpe, es que se ha contado todo pésimo y nadie ha dicho nada.
En relación a los 50 años del Golpe, ¿Cree usted que con Una Historia Perdida expone la búsqueda de la verdad en ese acontecimiento?
Para mucha gente la imagen del Golpe de Estado es el bombardeo al palacio de Gobierno, esa es la imagen que ha estado en la memoria por 50 años. Pero resulta que todavía hay muchas cosas que no conocemos de ese día y una de las cosas de las que no se habla es que hay particularmente un bombardeo a un hospital de la Fuerza Aérea. Ese hospital quedaba al lado de la casa de mis padres entonces yo viví esta etapa, pero fue muy loco, porque toda mi niñez la viví jugando al lado de un hospital bombardeado, en ruinas, pero resulta que hace un par de años, empiezo a investigar la historia de este hospital, me doy cuenta que en ninguna parte está.
¿Usted espera que para el próximo año haya alguna actualización verídica de los hechos?
Supongo que es el momento de saber cuáles fueron los pilotos que bombardearon la moneda o por lo menos que exista un interés periodístico por hacer eso. Me parece que el periodismo de investigación en los últimos años no ha hecho nada, que está basado solo en recoger información judicial. Siento que ha faltado información periodística y que de alguna manera esta novela es la derrota al periodismo de investigación y lo tengo que hacer desde la ficción, porque nadie lo ha hecho en el periodismo investigativo.
¿Cuál fue el mayor desafío para construir “Una historia Perdida”?
El mayor desafío fue mezclar una investigación con una novela. Fue volver a hablar en la lengua que partí, escribiendo cuentos. Las primeras cosas que publiqué en medios fueron literatura, cuentos. La primera vez que aparecí en un diario, yo era vendedor de celulares y apareció un cuento publicado en el diario La Nación, luego publiqué en el Mercurio. Después lo dejé por el periodismo y me dediqué a la crónica, ahora fue como volver a eso, volver a la lengua que había perdido.
¿Qué ha pasado después que publicó la obra?
Me han escrito tres o cuatro agentes, militares de esa época, diciéndome tengo información que nadie ha contado, mucha más información. De hecho, estoy empezando a contar otra historia con toda la información que me ha llegado, me han escrito para decirme yo tengo la grabación desde un helicóptero, de lo que pasó ese día.
¿Podría existir una segunda parte de “Una Historia Perdida”?
No sé si una segunda parte, pero si me he dado cuenta de que se puede hacer periodismo, con herramientas de ficción, en lugares donde la verdad no existe. Uno empieza a recibir material nuevo que puede servir para contar la historia de Chile de otra manera, o de una manera más panorámica.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Estoy en varios proyectos al mismo tiempo, uno de los que me tiene más motivado es un libro en el que llevo escritas 60 páginas paradójicamente, aún no sé de qué es, no sé si es novela, si es una crónica, no sé si es periodismo literario o literatura periodística, o si va a terminar siendo un guion. Otro proyecto en el que estoy trabajando por primera es un documental sobre uno de mis libros, Un Dios Portátil y espero que la próxima vez que venga a estar con ustedes se los presente.