Este año, se conmemoraron 50 años desde la entrega de títulos a la primera generación de periodistas de nuestra Escuela. Bajo ese contexto, quisimos conversar con una de las integrantes de esa generación, la Mg. en Comunicación Social por la Universidad de Chile, Georgina Mora, para conocer más acerca de cómo se vivía periodismo en los primeros años de la carrera. La periodista, además a lo largo de su trayectoria, llegó a ser decana de la Facultad de Humanidades y directora de la Escuela de Periodismo, además de académica de esta última.
¿Cuáles son sus recuerdos de la Escuela de Periodismo?
La Escuela cuando se creó, fue con muy pocas personas, en esta primera promoción, teníamos distintas profesiones, una matrona, un oficial de Carabinero, un seminarista, una persona que iba en cuarto año de Castellano y se cambió, también había dos Profesores que eran normalistas y hacían clases en las escuelas, o sea era mucha gente que tenía el deseo de estudiar Periodismo y no habían tenido la oportunidad, por la distancia, por ejemplo. Había muy pocas carreras de Periodismo, estaba la Universidad de Chile, la Católica y la de Concepción, entonces era bastante complicado entrar a estudiar, así que contar con la carrera acá en el norte fue un gran hito.
¿Cómo vivió su paso por la Universidad?
Nosotros como grupo de primer año, nos juntábamos cada 15 días, hacíamos un malón, siempre nos juntábamos. A propósito de eso, fue muy bonito el encuentro de los 50 años, cuando empezaron a llegar, era como haberlos visto ayer, fue potente, se vuelve a ese grupo tan unido, nosotros sentíamos que éramos pioneros, ya después vino la época más complicada, pero a pesar de que el grupo se polarizó, nunca nos perdimos el respeto. Seguíamos siendo amigos, eso es algo que falta en la sociedad.
Antes no existía la tecnología que hay en la actualidad… ¿cómo era estudiar periodismo?
Siempre se puede, si hay ganas, siempre se puede imagínate que nosotros no teníamos laboratorio de máquinas de escribir, eso si había mucha solidaridad, andábamos con la cámara fotográfica, los cuadernos, la máquina, todo muy pesado, entonces cuando tuve un teléfono con internet y podía ver los diarios, leer información de otro país desde el celular, dije tengo el mundo en mis manos.
¿Porqué decidió estudiar periodismo?
Todo es una casualidad (ríe). Yo soy de San Fernando y nosotros en esa época, nos juntábamos en la plaza, el día antes que teníamos que ir a reconocer salas para dar la primera Prueba de Aptitud Académica, de repente llegó un chiquillo a decirnos ¡esta es la prueba!, nosotros lo encontrábamos muy raro, y además era en Santiago. Rendimos la prueba y después a fines de febrero, empezaron a salir los resultados y había que hacer las postulaciones, yo postulé a tres carreras, sin tener idea de cómo me había ido, postulé a profesora de Castellano, Periodismo y Sicología. Saber los resultados fue un drama, la forma era, ir al patio central de la Universidad de Chile, con unos listados enormes, yo no me acordaba del número de inscripción y una compañera me dice ¡yo te vi!, estabas en las listas de sicología de “la Chile” y me fui a ver, y estaba en eso cuando alguien me dice sabes que en Antofagasta se abrió la carrera de periodismo y ayer le estaban tomando exámenes a los alumnos que querían postular. Hoy están tomando en el edificio del Mercurio de Santiago, y entre todo lo que aún quedaba por esperar, me fui al Mercurio y ahí estaba Nicolás Velasco tomando exámenes, nos presentamos tres, me avisan luego de dar la prueba que me tengo que venir a Antofagasta, pero tiene que ser rápido porque ya habían comenzado las clases, llegué a San Fernando, mi papá me dice dónde queda eso, pero me apoyó. Me vine en un bus pirata, en un asiento auxiliar, que estaba en el pasillo y se doblaba, cada vez que paraba el bus yo decía llegué a Antofagasta y debo haber tenido una cara de susto tan grande que había una pareja, que me dice adónde vas mijita, a Antofagasta les dije, no te preocupes nosotros también vamos para allá, cuando nos bajemos tienes que bajarte, fueron 24 horas, casi me morí y así llegué, todo por casualidad…
¿Cuál sería su mensaje para las actuales generaciones de periodistas?
Cuando tu no conoces la historia, no tienes pertenencia, y eso es muy difícil para los jóvenes. Nosotros, como alumnos, teníamos muchas actividades con los profesores, pero nunca se pasaron los límites, recuerdo hasta cuando yo era decana participaba de las actividades de los estudiantes, siempre muy bien, pero de repente algo pasó. Es importante retomar actividades que unan a las generaciones.